cada vez que te veo me reinvento,
cada vez que te oigo me rio y me consuelo
me acuerdo de lo que aun no soy
y me veo en el espejo de lo que fuiste
ausculto todos tus latidos
pienso en todos tus recuerdos
siento tus manos acunarme
tus noches insomnes a mi lado
ahora que estamos lejos
veo en tus ojos a veces cansados
la luz risueña que veo en tus nietos
en tu fuerza intacta un deseo
un apellido que nos da orgullo y
porque no decirlo, porque tambien es cierto,
mas de un golpe en las narices por lo tercos...
hubieron de pasar 21 años
-de los cuales
te admire los primeros
y nos peleamos durante los segundos,
piedra y cocoyol-
para entender todo tu afan y todo tu anhelo:
fue al cargar a la que ahora es puntera de apellido
y mas aun al que viene detras
que es dulce como membrillo y simpatico como cascabel
-es el retrato en pequeño de su abuelo-
que mas que nunca deseo
tenerte cerca nuestro
para seguirnos y seguirte queriendo
"...si es tu hijo, es un escriba hijo de escriba..."
Eliette Abecassis. Qumran
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