Obras sitas en España, la primera en la Barcelona del siglo de mayor esplendor de la Corona de Aragon y la segunda en los ultimos dias de Al-Andalus. El autor: Ildefonso Falcones, abogado barcelones metido a escritor, increible fenomeno literario de los ultimos años. Novela historica o novela rosa. Mas bien novelas de la vida, recreada con fidelidad rayana en la precision de la ciencia ficcion, que no lo es porque hablamos de un pasado estudiado durante siglos, pero que no nos habia llegado a parecer tan creible hasta este momento. Al margen del elogio gratuito quiero resaltar los aspectos que mas me han movido al leerme ambos libros: gruesos ladrillos que en otro escritor servirian para atrancar puertas o alcanzar cajas de galletas.
Conmueven tanto los abusos y arbitrariedades de los poderosos: obispos, señores feudales, mufties, bandoleros con poder como los momentos intimos en que los protagonistas se hunden en la cerrada realidad de sus propios cuerpos. prolijas descripciones hacen que ambas situaciones se vuelvan causas y afanes del lector, llanto por las exacciones, felicidad por la paz tras el ayuntamiento, pena por las penas colectivas de los desposeidos y debiles, por los pueblos asediados por la realidad historica que son siempre el trasfondo de ambas obras. en ambas tambien se siente el homenaje a los monumentos elevados por el hombre,sin importar fe ni credo, admiracion a las obras que perduran y que dan testimonio de quienes erigieron tales maravillas, descritas con deleite y suavidad por el autor, con voces tales como si el mismo hubiera sido artifice de ellas. rigor historico y sobretodo gran conocimiento de los entresijos de las leyes- vocacion primera- que atan a los de abajo y dan rienda suelta a los de arriba: posicion arriesgada para quien vive de las letras solemnes que dan sustento y coherencia a la llamada civilizacion. no calla ante ningun aspecto de la humana condicion, ni las bestialidades cometidas en la guerra o por venganza o por el empoderamiento del hombre sobre el hombre y mas concretamente, sobre la mujer, pero tampoco ante los deleites del talamo y de la vida en familia, gozo supremo, constante a traves de sus paginas, que refleja la maxima felicidad -que no el poder, ni la riqueza- a la que el hombre puede aspirar.
Ahora inicio la lectura de la Catedral por vez segunda. Una vez estuve en Cordoba y Granada, muchas veces ante la Catedral del Mar por vivir en Barcelona desde hace casi cinco a años. Honor a quien las ha puesto en prosa con tanta fruicion.
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