domingo, 28 de diciembre de 2008

¡Dios mío, está lleno de Estrellas!

Agárrome al césped para no caer en Tu profundo caldero tachonado de diamantes, Señor. Adivino las formas clásicas y las batallas titánicas que cubrieron de despojos las celestes estepas, los inaccesibles océanos cósmicos. Tanta Majestad me anonada, rebasa mi visión periférica, mi razonamiento tangencial, vacía mis lagrimales que lanzan solución salina a lo alto, donde evaporada el agua por efecto de la profunda ausencia de materia, quedan únicamente cristalitas blancas que forman la Galaxia, las Nebulosas, los Cuasares, las delicadas estrías que unen los cuerpos en el Espacio Sideral y sí, también pequeños baches en los que naufragan mis pensamientos y los que supongo residen Objetos Inmarcesibles y Arquetípicos: digamos el Amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Apura, que la entropia aumenta