martes, 16 de junio de 2009

wrong time...

Siempre tuve y aun tengo la edad equivocada:
Fui un niño precoz al que le encantaban las niñas desde los 6 años al extremo de recibir un par de tundas por jugar muy pesado con las de mi escuela...
Ya a los 9 soñaba con develar los misterios de la ciencia, escuchaba música latinoamericana de protesta y que se oponía férreo a las doctrinas del capital y la religión.
Antes de los doce mantuve relaciones de lector ávido con Mákárenko, Carl Sagan y Asimov, de oyente con los Quilipayún, Mercedes Sosa y Víctor Jara y viví hasta el umbral de la adolescencia a pleito casado con iglesias católicas y protestantes -cuando ahora con el desprestigio de Dios en el Viejo y en Nuevo Mundo me vuelvo a El-; contra el gobierno de Reagan y la música contemporánea -que ahora me tira buscar para acercarme a la marimba.
Me tocó vivir primero con júbilo, luego con angustia y al final con una tristeza y desilusión de la que aún no me recupero: la Glasnost, la Perestroika, el Derrumbe del Muro y la Desaparición de la URSS...
En el ínter llegó la pubertad y las novias adoradas con pasión de tauro, pero también los pesares en casa -cuyo alcance apenas vislumbro en la frontera de los 40- pero ajuntados con el primer ensayo de paternidad en la personilla narizona y simpatica de casiopea.
Así fuí casi-padre a los 13 años y casi-huérfano también.
Entonces me devoró el ansia y conocí a la "Te Quiero" que marcó el final de una época de mi vida, desgarrada por la elección hecha precozmente de estudiar química cuyo camino pasaba por un bachillerato ignoto, lleno de misterios y de dudas y el abandono de aquel amor feroz...
Ahora me doy cuenta de que como tantas cosas en todos los momentos de mi existencia, fue una visión creada, un ente que me invente partiendo de sus rasgos, tan así que a pesar de haber bebido sus vientos, de haberme comido hasta su sombra, jamás pude escribir bien su nombre.
Esa ruptura me marco por tres años, sali avante en los dos años de bachillerato general y me estrelle en el tercero. Ahi todo hizo crisis. Y en el camino con tanta cuestion filosofico moral anti todo y pro catacumbas casi me perdi -o me paso por arriba- la adolescencia...
Despues la adolescencia o la pubertad o la gran inmadurez e irresponsabilidad me alcanzo, pero por desgracia acontecio cuando ya no era primera sino tercera persona: me vino el afan de la parranda trasnochada y el no darle cuentas a nadie, erosionose el ya de por si debil cimiento, pero a la vez crecio el debil edificio de la vocacion -dijera el mosen. Lo demas es anecdotico, circunstancial, condolente y molesto de contar...
Mas entretenido sin embargo, era que ante la asociacion de padres hacia rara figura por la juventud y al mismo tiempo, en la facultad por la vejez. Caso peor ahora, 15 años más tarde, cuando el desfase nominal ha alcanzado ya los diez años y surgen preguntas inocentes del tipo: aun estas estudiando?
Todas las cosas reflujan y se reiteran. No pasa nada nuevo bajo el Sol desde los ultimos 5000 años. Pero ayer nada menos por acabarnos un piti (volvi por nostalgia, por la sensacion dela que hable aqui mismo algun dia) se pasaron dos tranvias e hicimos la broma del tren que pasa y no vuelve... ya sera menos... si que vuelven, pero no somos capaces de reconocernos en ellos y de intentar subirnos a ver que nos deparan. Ahora soy triplemente anacronico. Academica, personal y moralmente. Tururu.

1 comentario:

Apura, que la entropia aumenta