lunes, 21 de junio de 2010

Muda

Es a tiras que se va desprendiendo la vieja piel, pero no es un proceso rápido sino gradual y doloroso, como el del cangrejo que al crecer debe abandonar su caparazón y quedarse medio desnudo y expuesto a los depredadores mientras termina de mudar y regenerar uno nuevo. Hay partes más expuestas que otras y partes de la piel que duelen más que otras al caerse. Habrá que ser paciente y permitir el tránsito, cuidar lo más blando para evitar cortes y magulladuras y dejar que la piel nueva crezca y se endurezca sobre la epidermis del alma.

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