cuando pones la mirada en el vacio
llena de la miel espesa de un atardecer
y los pies de tu espiritu vagan
por arenas lejanas
deja tu alma por unos instantes tu cuerpo
y es posible visitarte
como quien entra a una casa nueva
a la que se mira con la ilusion
de habitar un dia en ella
amueblar sus salones con mullidos divanes
poner en sus terrazas suaves esteras
llenar sus estancias de flores y mariposas
tener siempre preparadas tazas aromaticas
de cafe sin leche
pasar en el terrado tardes sosegadas
a la luz de la luna que nace
hacer que las paredes se llenen risas complices
y el ambiente del aroma de comidas suculentas...
entonces regresas
me bebo rapidamente el cafe
pago y me voy
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