domingo, 29 de marzo de 2009

En el principio...

De nuevo me reitero lo dificil que es toda comunicacion. Ante el interlocutor, en el interior de las circunvoluciones del cerebro, el mensaje se forma como una imagen en una pantalla fluorescente bajo la accion del barrido de los rayos catodicos. Refulge con los colores del arco iris, resplandece en glorioso technicolor y se escucha nitido, calidad digital, surround dolby estereo, thx, perfecto, sin doblez, sin lugar a intepretaciones, puro y directo. Conjunto de monadas ligadas por el conector idoneo. Incluso el olor, sabor y tacto correspondientes vienen incluidos, una suerte de multimedia que abarca incluso estados de animo, reminiscencias e intuiciones. Y despues, como transmitirlo? Como decir, por ejemplo: "estoy contento de verte, contrito de los dias que pase ocupado y abstraido en mis cosas sin dedicarte mas que un remoto pensamiento, pero que no obstante hay en mi corazon el espacio suficiente para ti, no te pido que me perdones ni que me comprendas, aceptame o no me aceptes pero no me culpes porque estoy verdaderamente feliz de verte, de hablarte, de escribirte y lo hago ahora, en este momento dias o meses o años despues de comunicarnos por ultima vez porque ahora mismo es lo que mas deseo hacer", en menos de un minuto, haciendo que el rostro, el cuerpo y si fuera posible el olor y los cambios sutiles de textura y pigmentacion de la piel, o el trazo de las letras o el tono, tipo de letra y velocidad de descarga de un email lo transmitieran? En cambio decimos dos o tres frases torpes, como los trazos pueriles de los hombres de las cuevas de Altamira hicieron para representar la caza del bisonte, del mammut, detalles de la cual solo podemos conjeturar y llenar de lindos topicos. Y nuestras frases caen en un terreno movedizo, en el cual quien recibe ha abonado previamente con sus sentimientos que pueden o no ser benevolos. Al final se entiende menos de la mitad y se acepta aun menos que eso. En algunos contextos se puede echar mano de dos o tres lenguas en las cuales tal o cual idea se expresa con mayor claridad, pero al final todo queda en remedo y las relaciones en meros casos de contemporizacion basados en la buena voluntad o en el interes. Es peor si se trata de interculturalidad porque ademas de las diferencias propias, cada uno esta predispuesto a entender lo que le dictan su afinidad o animadversion hacia el otro. No estamos dispuestos a meternos en la piel del otro, a buscar en sus palabras significados afines, a tender puentes ni a limar asperezas. Mejor el desierto, o el Oceano, donde el Verbo, Aliento del Eterno, planea sobre la Faz desolada, como en el Principio de la Creacion.

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