mas bien es poco simpatico el transito:
-estos estados metaestables en que suele dejarnos el alcohol
o quiza una desvelada de 40 horas-
es andar por la ciudad repleta con algodones en los oidos,
es mirar el transcurso de la vida atraves de un frasco con agua sucia
estos transitos desesperados en los que nos sume la angustia
pasan al cabo de unas horas
no sin dejar de corroernos un poquito mas
de erosionar nuestro capital de paciencia y de neuronas
dejandonos algo mas tardos que antenoche
como recibir destellos de una carne rosada y ajena por entero
inmarcesible
a tanto y cuanto el Sol revienta calle por calle la cabeza
ajando el cuero del que se hace el remordimiento:
la cruda moral...
poco a poco nos posee el olvido
pero el zumo se ha concentrado y queda al fondo del caldero
y ahi se condensara en lagrimas de pez y esparto:
solamente podran llorarse cuando caiga la noche
y nadie nos vea
lo peor de todo es lo que no pasa
lo mas lamentable y vergonzoso es de lo que uno se ha olvidado
lo mas risible es uno mismo
y solamente rasgarse el manto
y echarse cenizas calientes en la cabeza son penitencias adecuadas
ya vendran las lluvias
caera la noche y mientras todo pasa y se vuelve ascuas
no se perdera nada
pero quedara enterrado en las memorias
del Apocalipsis
moltes gràcies pel teu comentari encara que creo que em durés la deria del blog
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