jueves, 10 de septiembre de 2009

Nausícaa



Eres tu Nausícaa, joven hija del rey de los feacios, Salvadora de Náufragos, la mas hermosa de las creaturas humanas. Junco dorado en el estío, flor de cerezo en el invierno, riachuelo risueño en otoño y primavera. Ninguna chispa mas viva que la de tus ojos, pocas nubes más suaves que tu piel de durazno tierno. Cómo fastidia tener que volver a Ithaca sin poder llevarte, pero te quedas porque tu naturaleza mitológica así lo exige, no podría ser de otra manera. Cómo me cansé de anhelarte como Jasón al Vellocino. Cómo me estrellé en tus acantilados sin poder acceder jamás a tus playas: no es la Cólquida generosa para entregar sus tesoros a los argonautas. Decírtelo hubiera sido intentar romper la pared con el aliento, asir el rayo del sol poniente, respirar el aroma del diamante. Así que te dejo en tu estatus de invención, en tu calidad de huidiza e intangible hija de tu tierra. Yo sigo aprestando mis bártulos para hacerme nuevamente a la mar, donde a ver si pesco una sirena: es más probable eso que hacerte atravesar el Helesponto.



(poster from the movie "Nausicaä in the Valley of the Wind" from director Hayao Miyazaki)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Apura, que la entropia aumenta