"En Madrid, y agonizando el presente mes, me siento al fin enfrente de un papel, para escribirte justo hasta la piel, aunque no entiendas lo que te dire. Probablemente no te acordaras, ni de mi nombre ni el de aquel cafe, donde borracho con mi soledad, casi en la puerta de morir te hable. Tu me miraste y me dejaste hablar, no preguntaste y yo no pregunte. Despues salimos juntos desde el bar para andar toda la noche al reves. Probablemente no sabras jamas que nunca fuiste foto de carnet. Que tu mayor palabra fue callar y fue la mia, amarte mujer: porque yo te ame aquel anochecer, tu fuiste el cuenco donde to deje mi soledad de atras de antes de ayer, mis viejas penas y mi primer deber. Tuvo tu casa vocacion de hogar y tu mayor victoria fue saber que siempre fuiste algo que olvidar, en cualquier hombre en cada cafe. Tu fuiste el puerto donde yo parti, el cuenco donde decante, el cuerpo de todos los besos que pude fingir, todos los sueños que nunca encontre. No fuiste una, fuiste la mujer que bautizo mi nuevo amanecer.
Me diste agua, me hiciste cafe.
No me acuerdo ya ni si te pague.
Eres la caja fuerte del dolor.
Naciste por, desde y para el amor. eres la amante fiel, la mas veraz. Samaritana de la libertad. Perdoname la versificacion. De tu recuerdo he hecho una cancion. Mi mala letra y hasta este borron. Perodona el tono y el vocablo AMOR...."
Patxi Andion, Samaritana.
(mierda mierda mierda... y cada vez, lo mismo lo mismo lo mismo)
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