Y mas horas y mas horas. Se acaba la noche. En el Oriente un tenue resplandor anuncia el Dia. Toda la noche he bullido, me he recocido en este caldo espeso que alternativamente se ha revuelto con desespero, desencanto, tristeza y vacio solitario. Llame en mi auxilio a las palabras de quienes evocan mejor que yo mis propios estados de animo, que ya para estas horas se convierten en desanimo. Me consuelo en la eterna repeticion de la obra, en que todo esta dicho, en que todas las aguas han recorrido todos los cauces y se que la mia es una historia mas que hara rodar algunos guijarros y punto.
Pero las palabras no son capaces de hacer dormir, salvo las nanas que ya nadie canta.
Intentare secuestrar los ultimos minutos de la noche para mi aunque sea a solas.
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