lunes, 4 de febrero de 2008
ganarás el pan...
Porque no cobrar por recibir hoy mismo el Sol? Ayer al mediodía en Esplugas de Llobregat recibí un viento húmedo y frío que venía de Levante y al bajar del tranvía la llovizna fina me empapó la chaqueta y llegué a casa aterido. Si levanto un vaso que contenía una sal azul de cobre y miro concentrado el poso que dejó al reducirse al rojo cobre elemental, reflexionando cómo la materia se transforma asombrosamente aún cuando nos olvidamos de ella, puedo acaso pedir un día de vacaciones? Escribo cansado unas líneas, envío un correo electrónico para solicitar material y divago en el pasillo sobre resultados de experimentos hipotéticos. Trabajo tanto que tengo que dormir y dormir con los ojos bien abiertos y trabajo al soñar despierto mientras miro por la ventana del despacho y pienso en lo que los peatones piensan. Sugerir actividades y plantear proyectos con una tiza de humo, acabarse litros y litros de café mientras ignotos, ignorados e ígneos reactantes descansan en sus potes. Acaso se resuelve el mundo alguna vez?
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