jueves, 21 de febrero de 2008
reflexiones en torno al odontologo...
en el dentista todos abrimos la boca y no podemos decir nada mas que ah... quedamos a merced de una manos que bien mas suaves, bien mas toscas, manipulan dentro de la cavidad... pero y si entre el rugido ultrasonico de la fresa que desbasta la caries perniciosa, el inevitable babeo y el foco potentisimo que nos deslumbra nos abstraemos y reflexionamos un poco, caemos en la cuenta de que no nos atrevemos a mirar a los ojos a nuestr@ dentista, por mas lindos que los tenga y asi salimos de la consulta no solo con dolor en la mandibula -si nos hicieron solo la limpieza- o con la cara entumida si nos metieron anestesia, sino ademas con dolor de los musculos oculares por andar haciendo bizcos y piruetas para evitar encontrarnos con que? quiza con un pozo verde-oliva en el cual deseariamos ahogarnos algun dia o con pequeños y afilados cuchillos regocijados en el sufrimiento ajeno
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