Los nahuas tenemos un sentimiento de familiaridad con lo efímero. Nada en nuestro mundo -el Anáhuac- perdura. Antes tuvimos abundante caza y abundante agua; llegaron los hielos hace 30 mil años y al irse se llevaron a los grandes animales y secaron los Lagos, secaron los cielos. Nos dejaron solamente el oro verde, el maguey y los ajolotes, la grama y los acosiles en los lagos en retroceso, nos quedamos . Luego Quetzalcóatl nos regaló el maíz y de él creamos y engrandecimos las naciones: desde nuestros Padres los toltecas y teotihuacanos, caminando hacia el Centro nacieron los tecpanecas, los acolhuas hijos de exiliados, los tlatelocas, los culhuacanos, y sobretodo las mas grandes: los texcocanos y los tenochcas... Hicimos grandes obras, alimentamos a nuestro Padre Sol con la sangre de tlaxcaltecas, tarascos, huastecos y mayas. Por eras nos trajo maíz rojo, amarillo y blanco, nos dió el agua dulce de los lagos y la carne del guajolote y el venado. Creamos la más sublime poesía para alabar al Creador y sembramos las huertas floridas y alimentamos a las mas leves mariposas. Pero llegó finalmente el primer año de la Caña de este siglo y los blancos nos trajeron una catástrofe peor que el hielo. Primero los extraños en la costa, luego los aliados en contra y finalmente el sitio: tener que comer durante meses solo amaranto, serpientes y grama salitrosa mientras a nuestro lado caían hinchados en bubas nuestros hijos, nuestros padres y nuestros Guerreros Aguila y Tigre. Al final se acabó, nuestra más grande Águila cayó envuelta en llamas y nos quedamos un medio milenio en la Oscuridad.
De Nezahualcóyotl, el Coyote Hambriento:
Aunque sea jade se rompe
Aunque sea oro se destruye
Aunque sea pluma de quetzal se rasga
No para siempre en la TierraSolo un poco aqui
en realidad no es de Nezahualcóyotl... pero para el caso es lo mismo, me tomé la licencia
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